Caminaba entre la multitud sin un destino fijo y solo pensaba aquellos bellos ojos que me hipnotizaron varias horas antes. Y entonces a la distancia la vi y mis dedos comenzaron a escribir rápidamente, a escribir mi destino en letras que yo no podía entender. Entonces ella me vio y extendió su mano como buscando algo que yo no podía darle, pero mi mano se extendió para ofrecerle eso que ella tanto deseaba, no vi nada, había sido el pestañeo mas largo de mi vida y solo sentí como un pedazo de papel hacia de puente entre mi mano y la suya. Segundos tomaron el papel de hora en ese instante de mi vida y al verla perderse entre la multitud en mi cabeza solo quedaba una duda, una pregunta. ¿Me llamara?