Una mañana absurda, un horrible despertar,
cuatro mentiras coquetas que no me dejan respirar,
de mis axilas sale un miedo increíble en realidad que al monstruo mas fiero lo pondría a llorar,
no sospecho de nadie y de nadie quiero sospechar,
pero estas axilas espantosas me quieren asustar,
no se si son mías o son de alguien más pero por nada del mundo las dejaría escapar.
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